Las mujeres han sido, durante generaciones, el corazón invisible de la huerta: han cuidado la tierra, sostenido a las familias, preservado variedades locales, alimentado a los pueblos y mantenido vivas las tradiciones agrícolas.
Hoy, muchas de ellas siguen trabajando en condiciones difíciles, con menos reconocimiento, menos recursos y más obstáculos que sus compañeros.
Pero la buena noticia es que todas y todos podemos contribuir a cambiar esta realidad. A veces, pequeños gestos tienen un impacto enorme en la vida de las mujeres agricultoras y en el futuro de nuestro entorno rural.
Aquí te presentamos 5 acciones sencillas y poderosas para apoyar a las mujeres de la huerta:
1. Compra directamente a productoras locales
El acto más transformador es también el más cotidiano: elige a quién compras tus alimentos.
Cuando compras frutas, verduras, huevos o productos transformados (mermeladas, encurtidos, aceites…) a una mujer agricultora:
- apoyas su economía,
-
fortaleces su autonomía,
-
y ayudas a mantener viva la huerta como espacio de vida y trabajo.
Busca mercados locales, redes de consumo, cestas de temporada o venta directa.

2. Visibiliza su trabajo: comparte, menciona, recomienda
La invisibilidad ha sido una de las cargas históricas de las mujeres rurales. Hoy, un simple gesto en redes sociales puede amplificar su voz:
-
comparte sus proyectos,
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recomienda su trabajo,
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etiqueta a mujeres productoras cuando compres sus productos.
La visibilidad también es una forma de justicia.

3. Apoya proyectos agroecológicos y actividades o talleres liderados por mujeres
Muchas de las nuevas mujeres de la huerta apuestan por modelos más sostenibles como la agricultura ecológica o la venta de proximidad, o realizan talleres o actividades educativas.
Consumir sus productos o participar en sus actividades ayuda a consolidar un modelo agrícola más justo y más sano.

4. Defiende políticas públicas que protejan la igualdad en el campo
El apoyo muchas veces también es político. Por esto, puedes: firmar campañas, apoyar ordenanzas y planes que protejan la huerta, seguir a colectivos que trabajan por la igualdad rural, y exigir medidas que garanticen acceso a la tierra, crédito y derechos para las mujeres.
Una huerta sin mujeres no tiene futuro, pero una huerta con mujeres empoderadas cambia una sociedad entera.

5. Escucha, aprende y reconoce su papel
El apoyo más profundo empieza por la escucha.
Las mujeres de la huerta tienen un conocimiento inmenso sobre: el clima, los suelos, las semillas, o la organización familiar.
Reconocer su saber y su papel en la agricultura es un paso imprescindible hacia la igualdad y hacia un modelo agrícola más humano.

Una huerta con mujeres visibles, reconocidas y empoderadas es una huerta más fuerte, más diversa y más sostenible.
Tu apoyo —por pequeño que parezca— contribuye a transformar el territorio y a construir una sociedad más justa.
Este artículo se enmarca en el proyecto "DONES DE L'HORTA: Guia digital per a la visibilització del paper històric i actual de les dones en l’Horta Valenciana" financiado por la Vicepresidencia Primera y Conselleria de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda.
